Este martes el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció su nuevo decreto migratorio, en el que se suspenderá la recepción de peticiones de asilo en la frontera México-USA, los días en que la entrada ilegal de migrantes supere las 2.500 personas, medida que será suspendida una vez el ingreso de indocumentados se disminuya a 1.500.
Entre las restricciones del nuevo decreto migratorio, también destaca que los migrantes que crucen la frontera de manera ilegal, no podrán ser elegibles para recibir asilo político, asimismo la orden dicta que deberán ser deportados del país de manera rápida.
Algunas de las excepciones de este nuevo decreto migratorio son para los niños que ingresen a USA sin compañía, las víctimas de trata de personas, los migrantes que presentan una emergencia por condiciones de salud desfavorables, o quienes ingresen al país por la vía legal, como por ejemplo a través de su solicitud en la aplicación CBP One.
Cabe destacar que desde el año 2020, no hay 1.500 ingresos ilegales en la frontera sur de Estados Unidos. Ante este nuevo decreto migratorio, comunidades de refugiados y agencias de migración fijaron posición, indicando que el asilo es un derecho “fundamental”, y que las nuevas restricciones dejan sin opciones legales a los migrantes que están en búsqueda de protección.