Durante una visita a la frontera sur de Estados Unidos, la vicepresidenta y candidata a las elecciones presidenciales, Kamala Harris enfatizó que, de ser electa como primera mandataria estadounidense, aumentaría los esfuerzos por reducir los cruces ilegales a Estados Unidos y se comprometió con desarrollar más políticas para mantener la frontera cerrada.
Harris se mostró enfática y decidida, al asegurar que, los inmigrantes que ingresen de manera irregular a Estados Unidos, serán detenidos y deportados de territorio estadounidense, mientras tanto, cientos de inmigrantes se enfrentan al arresto y las expulsiones, luego de que, en junio el presidente Joe Biden, endureciera las políticas de asilo en la frontera sur.